
Llegó un momento en el que en mi casa había demasiados gatos, entonces mi padre dijo que teniamos que deshacernos de uno, ya que se habían "acoplado" a mi casa una gata callejera y su hijo. Entonces mi hermana y mi padre cogieron al hijo de la gata. Peludín, a mi me dió mucha pena, pero un día mi madre dijo que le estaba pareciendo ver a Peludín en el jardín, así que salí y le ví. Me alegré mucho, ya que había vuelto desde la otra punta del pueblo a mi casa. A la gata no la volvimos a ver, pero cuando se fué estaba embarazada, yo creo que murió pariendo. Ahora tenemos a Yacko, mi gato más viejo, a Sol y a Peludín , que son inseparables.